El InfraMundo.

      Yo soy un ser humano, me llamo Roberto Parkinzon. Viaje por el espacio por mas de diez años. Estuve a bordo de la nave espacial que finalmente me llevo a otro mundo: el InfraMundo. 
Intenté aterrizar pudiéndolo lograr la tercera vez, pero la nave lamentablemente se rompió. Estaba en graves problemas porque no podía reparar la nave para regresar y además me lastimé la pierna con un profundo tajo.
       En este mundo no había muchas cosas, por  empezar el piso era todo rocoso y no había agua. Lo llamativo era que este mundo no era redondo sino cuadrado. Me encontré con un ser extraterrestre que tenia cuatro ojos colgados de la cabeza, uno en el centro de la cara y tenía una boca con dos colmillos afilados que lo entorpecían para respirar ya que no tenia nariz. Otra cosa que me llamo mucho la atención es que no había plantas, inmediatamente pensé como hacia el extraterrestre para sobrevivir ya que no había oxigeno.
        Llamé a mi hermano, Bob Parkinzon.
                               Llamando a un Personal.
-¡Hola!-Dice Bob entusiasmado.
-¡Hola hermano como te extraño, te tengo que contar algo muy raro!-Le dije preocupado.
-¿Que cosa?¿Es muy importante?-Dijo Bob desesperado.
-Estoy en otro mundo, hay un extraterrestre que me da mucho miedo, es bastante diferente a los seres humanos, el mundo es...
    Bob corto porque pensó que era un chiste.
-¡Hay no!¡Me corto!¡No lo puedo creer! Se va a arrepentir de habérmelo hecho.
En ese preciso instante comencé a escuchar la alarma del tubo de oxigeno, eso me indicaba que me quedaban solo quince minutos de vida. Comencé a desesperarme.
Un escalofrio me envolvió todo el cuerpo. Corrí hacia la nave pensando que iba a salvarme, pero me di cuenta que no tenia oportunidad. Tome el teléfono y le mande un mensaje a mi hermano que decia:
          ¡Auxilio!  Estoy atrapado en el InfraMundo. ¡Sálvenme! Acá estan las coordenas: Longitud 19° 18¨ 34' Sur. 
                              Latitud 23° 13¨ 32' Este.
                  ¡Vengan rapido!
Posdata: si no vienen en menos de diez segundos me muero.
Comencé a sentirme mareado y con nauseas, esos eran los primeros síntomas de la falta de oxigeno en mi cuerpo, no podía más, grité como loco, me desespere, comencé a ver imágenes de mi últimos días felices en la tierra,me desplome en el suelo ...
         Todo terminó para mi.
Bob recibió el mensaje, al darse cuenta que su hermano no respondía sus llamados se dio cuenta que ya era tarde.
Sin dejar de tener esperanzas  organizó una expedición para buscarme, hasta encontró mi cadáver seco, momificado....
Me cargo en su nave y me llevó devuelta a la tierra.
Mis familiares me velaron como si fuera un héroe. Cada uno de ellos rezó en la iglesia para que mi alma descanse en paz y disfrute mi nueva vida en el cielo.